No es necesario que la ciencia justifique la existencia del espíritu. Tampoco puede hacerlo.
Como sugirieron tiempo atrás Hugo de San Víctor y Buenaventura, elaborado por Ken Wilber, existen al menos tres dominios del ser y tres formas de acceder a estos dominios. ] Hay uno sensorial y físico, accesible por el ojo del carne; un dominio mental de ideas, pensamientos, e imágenes percibidas por el ojo de la mente; y un dominio de lo trascendental o espiritual, conocido a través del ojo del espíritu. Cada ojo revela un aspecto diferente de la realidad y lo que se revela por un ojo no necesariamente es accesible a los otros. Wilber nos recuerda que cometemos toda clase de errores cuando intentamos, imprudentemente, verlo todo a través de un solo ojo y nos permitimos una sola forma de visión que usurpa los dominios de los otros dos. Para acercarnos a una imagen completa de la realidad, debemos tener, al menos, una visión tríptica.
El psicólogo Lawrence LeShan (1974) describe también tres realidades alternativas -la sensorial, la clarividente, y la transpsíquica– dentro de las cuales se encuentran diferentes formas de ser, diferentes modos y objetos de conocimiento, y diferentes valores. Hay cosas diferentes que son posibles e imposibles dentro de cada realidad.
El intento por justificar lo espiritual a través de la ciencia (como entendemos comunmente a la ciencia) es como ver el dominio de lo trascendental a través del ojo de la carne o conocer realidades clarividentes o transpsíquicas mientras permanecemos firmemente dentro de los límites de la realidad sensorial. Mi zapato no encaja en el pie de otro. Sin embargo, existe al menos un punto de contacto entre las tres realidades y entre lo que es accesible a los tres ojos. Hay regiones en las que la ciencia, la psicología, y la espiritualidad se cruzan. Aquí, la ciencia –en forma de investigación psíquica y parapsicología- puede encontrar reflejos de aspectos de la realidad que son de valor a aquellos interesados en la espiritualidad. Aquí, la ciencia podría tener algo util que decir.
EL REINO DE LO SENSIBLE Y LO RACIONAL
El libro Western Creed [Credo Occidental] de Charles Tart (1997), resume la cosmovisión científica dominante. De acuerdo a este punto de vista, todos somos entidades individuales, viviendo y moviéndonos por senderos unicos y aislados a través de un mundo de espacio y tiempo, un mundo de limitaciones. Cuando interactuamos unos con otros o con otras partes de la naturaleza lo hacemos por medio del lenguaje y otras señales físicas o por medio de las fuerzas físicas y energías convencionales. Lo que sabemos del mundo y de los demás lo hemos aprendido por medio de nuestros sentidos y a traves de modelos impuestos en base a nuestra información sensorial más temprana, nuestras facultades para razonar y pensar. Vivimos en un mundo en el cual las reglas de la causalidad, donde las causas siempre preceden a los efectos, y el tiempo, fluyen inexorablemente del pasado al presente, y también hacia el futuro. Nuestros pensamientos, imagenes, sentimientos y deseos son privados; algunas veces entretenidos, a menudo dolorosos, pero nunca capaces de ejercer influencia directa sobre otros o sobre el mundo físico. Se valoran la razón y el lenguaje, éstos requieren distinciones, límites y metas para su funcionamiento y conservación. El mundo no solamente es un reino de dualidades, sino también un reino en el que los opuestos luchan por la supremacía, las posiciones se toman a favor o en contra, el término medio queda exluido.
En este mundo existe un rechazo a examinar aquellos hechos embarazosos que no están de acuerdo con las teorías comunmente aceptadas. Hay una tendencia a atribuir realidad solo a lo físico y a lo objetivamente medible, a privilegiar lo nomotético, la ley general, el modelo universal, sobre lo ideográfico, lo único, el ejemplo individual. Se desconfia de lo subjetivo, de lo personal.
Se pone la forma masculina de accionar, de poder, y de hacer por encima de la forma femenina de receptividad, de relación, y de ser. No solo el cientificismo, la empresa científica en si misma, esta teñido a menudo de este sabor masculino cuando se propone explicar, predecir y controlar. Con frecuencia, los científicos actuales se hacen eco de los pensamientos de Francis Bacon, cuyos escritos se refieren a “el conocimiento es poder,” “la naturaleza es dominada solo por la sumisión,” “la naturaleza, tal testigo, revela sus secretos bajo tortura.” [Bacon (1561-1626) fue uno de los primeros y más acérrimos defensores del método inductivo y experimental. También fue fiscal de la corona, y más tarde Lord Canciller, durante el reinado de James I, y su conocimiento de la persecusión de las brujas podria haber influenciado sus más conocidas metáforas. Huston Smith (1992) nos recuerda que podemos controlar solo aquello que es inferior a nosotros y que cualquier disciplina que estudie unicamente lo que es sujeto a control y limitación no puede revelar nada trascendente, por ejemplo, algo superior a nosotros en inteligencia, conciencia, compasión o cualquier otro criterio de valor (pp.119, 151, 200).
En la ciencia clásica occidental, se valora la teoría, el mecanismo, y la explicación racional, sobre la mera descripción y apreciación. La ciencia enfatiza la utilidad y aplicación práctica del conocimiento. Existe un consenso según el cual las experiencias personales deberian se excluidas del terreno científico, en consecuencia su admisión podrían realmente dar lugar a sospechar de la objetividad y la confiabilidad científica.
La ciencia occidental, cuando no esta corrompida de un cientificismo rígido, es un sistema auto-corregible maravilloso para la adquicisión de conocimiento válido. El elogio que recibe por sus magníficos logros es correctamente merecido. Pero aún en su forma más pura, mucho de esto se omite. No hay lugar para valores, propósitos, intenciones, cualidad o el espíritu. Jacques Monod (1972) escribió: “La piedra angular del método científico es… negar sistemáticamente que se pueda conseguir ‘verdadero’ conocimiento interpretando el fenómeno en términos de sus causas finales, es decir, de ‘propósito’”(p. 21). Ludwing Wittgenstein (1961) escribió: “Creemos que aun cuando se hayan podido responder todas las preguntas científicas, los problemas de la vida van a permanecer totalmente inabordables.” (p.73). Steven Weinberg (1974, p.42) escribió: “… hay un elemento esencial en la ciencia que es frio, objetivo, e inhumano,” y “Una gran parte del universo parece comprensible, otra gran parte parece carente de sentido.” (1977, p.154).
OTROS DOMINIOS
Fue en parte para combatir tendencias pesimistas similares a las ya mencionadas, y a las que Charles Tart explícitamente describe en Western Creed, que la investigación psíquica surgió a finales del siglo XIX Su objetivo principal fue reemplazar la perspectiva filosófica y científica del “no más que” a la de “algo más.”
Los fenómenos psíquicos son como flores cuyas características, brillantez, belleza y perfume, atraen nuestra atención, nos inspiran imponencia, y nos compelen a acercarnos. Los pioneros de la investigación psíquica quedaron impresionados por muchas de estas flores, y buscaron coleccionarlas y explicarlas usando el método científico. Hubo experiencias cercanas a la muerte, experiencias extracorpóreas, apariciones de los vivos y de los muertos, encantamientos, poltergeists, recuerdos de vidas pasadas, y fenómenos mentales y físicos de la mediumnidad. Cuando parte de la investigación psíquica se transformó en parapsicología experimental, la investigación continuó; pero ahora los métodos quedaron más limitados y la atención se enfocó solamente sobre ciertas flores. El método elegido fue el experimento controlado en laboratorio, y los fenómenos estudiados quedaron limitados, casi exclusivamente, a la telepatía, la clarividencia, la precognición y la psicokinesis. A menudo, la investigación se limitó a ciertas partes, o a ciertos pétalos de particulares flores. Mucho se ignoró y se perdió. Aunque los científicos podrian ahora declarar, con gran confianza, que éste y aquel pétalo en realidad existieron.
Parte de la espiritualidad podría asemejarse a un jardin, algunos dicen que existe, y dicen que se llena con ciertas especies de flores que no se encuentran en ningun otro lugar. Hasta que la ciencia verifique la existencia de algunas de estas flores, continuara aumentando la evidencia, la cual es consistente con la existencia del jardin en si y de su contenido. Si milagros menores como telepatía, clarividencia, precognición, y psicokinesis realmente ocurren, entonces tal vez también podrían ocurrir otros milagros más grandes como las curaciones y los poderes (siddhis) descritos en las distintas mitologías, religiones y tradiciones espirituales. Y se puede decir que si uno de estos curiosos fenómenos tiene una realidad, tal vez haya una realidad para las ontologías y las epistemologías de nuestras tradiciones espirituales; tal vez haya niveles o formas del ser o de transformación, de entidades y procesos, de saberes (revelación, gnosis) y de acciones (creación, emanación), que complementan las formas más mundanas de vida tal como las conocemos.
Podría ser la mayor implicación y promesa de la parapsicología: Si ciertas flores exóticas existen, ¿no podría haber otras? Y si tales flores existen y florecen, ¿no podría también ser la planta más grande y más extensa y el sistema de raíces que las mantienen y las alimentan, sistemas por los cuales estas flores son impresionantes pero que trascienden sus manifestaciones o emanaciones?
Es notable que la ciencia en si, usando sus propios métodos, ha validado la realidad de los cuatro principales fenómenos psíquicos. Se ha verificado en forma repetida casos de telepatía, clarividencia, precognición, y psicokinesis en metódicos proyectos de investigación experimental. Además, estas habilidades no son raras, pero parecen estar ampliamente distribuidas entre la gente. El símbolo gnóstico y alquímico del Ouroboros –la imagen de la serpiente enroscada en un círculo, con su cola en la boca– viene a ser la mente. El dragón devorando su propia cola, consumiéndose a si mismo, podria simbolizar como la ciencia, en su investigación de los fenómenos paranormales, utiliza sus propios métodos para volverse contra si misma, con lo cual demuestra las limitaciones de sus propios métodos. Usando su criterio, para el estudio de lo que es material y lo que es físico, usando una estructura según la cual solo lo material y físico existe, la ciencia demuestra que hay otras cosas además de lo material y lo físico. Hay una admirable ilustración de la Ley de enantiodromía de Heráclito, de acuerdo a lo cual, todo tiende, tarde o temprano, especialmente cuando se lo lleva a sus extremos, a transformarse en lo opuesto. El Ouroboros también sugiere un llegar juntos, un puente; y la parapsicología es, en verdad, un puente que une lo científico con lo espiritual.
El reino de lo psíquico se asemeja a un territorio habitado por físicos cuánticos y místicos, un mundo más parecido a una gigantesca idea que a una gigantesca máquina.Es un mundo en el que ya no reina la sensación y la razón, en el cual las fronteras se disuelven, los límites se reemplazan por lo ilimitado, el espacio y el tiempo ya no parecen ser factores límites. Aquí, las personas, separadas por la distancia y sin la intervención de intercambios convencionales de energía, pueden compartir pensamientos, sentimientos, imágenes, movimientos, y actividades fisiológicas. Aquí las personas pueden tener acceso al futuro a través de otros medios, como la inferencia racional, aparentemente capaz de recordar tanto el futuro como el pasado. Aquí, los procesos mentales de atención e intención pueden interactuar o influir directamente los sistemas físicos y biológicos. Aquí aparecen las coincidencias significativas o sincronicidad surgiendo mutuamente, en ausencia de la causalidad convencional. Las personas evidencian el conocimiento directo de eventos remotos. Los efectos preceden a las causas. Los pensamientos se convierten en hechos. Al igual que el nivel psicoideo de Jung, este es un reino donde la mente es como la materia y la materia como la mente.
MAS ALLA DE LOS LIMITES Y LOS OPUESTOS
Los descubrimientos de la parapsicología experimental sugieren que la mente humana puede hacer cosas, puede atravesar el tiempo y el espacio, en formas que los seres humanos y los cuerpos por si solos, concebidos como órganos puramente fisicos, no pueden hacer. Somos nuestros cerebros y cuerpos pero también somos algo más. Bajo ciertas condiciones, podríamos trascender los límites, incluyendo los límites de la individualidad.
Estos descubrimientos sugieren la existencia de un fenómeno natural y procesos que no se pueden alcanzar en forma adecuada mediante nuestras modelos científicos tradicionales ni estudiados en su totalidad por la metodología científica actual. Por lo tanto, este contexto y aquellos métodos requieren de una extensión y una comprensión si se los pretende abarcar en forma amplia dentro de nuestro universo. Un extraño principio puede guiarnos para extender nuestra comprensión –el principio de “pararse sobre su cabeza.” Por cada concepto y por cada ley, podría haber un concepto contrario o ley que es igualmente válida. Por ejemplo, en física moderna, es cierto q ue la luz es una partícula; pero también es verdad que no lo es. La luz es una onda, aunque no es una onda. Es verdad que la materia es material, concreta, localizada en tiempo y espacio; pero también es verdad que la materia es virtualmente espacio y energía, y se extiende, carente de una locabilidad, a través del tiempo y el espacio (antes que la “observación” o la “medición” ocurra). Es verdad que los cuerpos pesados se hunden en el agua y no pueden volar; aunque los cuerpos pesados también pueden flotar en el agua, y pueden volar. Por algun motivo dentro de las ciencias humanas y naturales, probablemente podamos encontrar un opuesto o un principio complementario que es igualmente verdadero y que, bajo ciertas condiciones, podría invalidar al primero. Se ha señalado que, “Lo que se opone a la verdad es una mentira. Lo que se opone a una profunda verdad es otra profunda verdad.” La ciencia podría estar enterada de solo una mitad de las realidades complementarias y los principios necesarios para completar el todo. Considerando que podría ser verdad que existan ciertos límites a procesar, también es verdad que estos límites podrían ser trascendidos. Los eventos podrian estar determinados, y no obstante haber libertad. La causalidad es un principio bien demostrado en la naturaleza, e incluso la naturaleza algunas veces puede operar en forma acausal.
Muchos fenómenos psíquicos, especialmente la psicokinesis, demuestran la eficacia de la intención, la volición y el propósito, y sugieren que esto nos podria beneficiar y colocarnos en la dirección correcta, los procesos y los conceptos teleonómicos retornan a nuestra ciencia. Y, si la intención y el propósito están verdaderamente dentro nuestro, ¿no deberían también estar presentes fuera, en el universo ilimitado? Fenómenos transtemporales, como la precognición, nos invitan a preguntarnos lo adecuado de nuestras conceptualizaciones acerca del tiempo y de la causalidad en si misma. Recíprocamente, surgen coincidencias significativas o sincronicidades que sugieren un principio de conexión acausal en la Naturaleza que complementa la causalidad.
INTERCONECTIVIDAD
La ocurrencia de fenómenos psíquicos parece necesitar de una condición de profunda y amplia interconectividad entre las personas y toda la naturaleza animada e inanimada y también las personas entre si. Tal interconectividad tiene importantes implicaciones para nuestra comprensión de quienes somos realmente, de nuestra individualidad, de nuestros verdaderos yoes; y de que, de estas implicaciones, fluyan otras, implicaciones éticas para interactuar apropiadamente con los otros y con nuestro medio.
Hace casi sesenta años, Henri Bergson (1858-1941) empleó la imagen de “nuestro amplio cuerpo” –co-extensiva con nuestra conciencia, que comprende todo lo que percibimos, alcanzando las estrellas– para describir esta interconectividad. Bergson (1935) escribió: “El hábito se ha desarrollado de una limitada conciencia al cuerpo pequeño, e ignorando lo incomensurable” (pp.246-247). ¿No podría ser que la conciencia localizada con aquello con lo cual estamos íntimamente familiarizados y por la cual conocemos nuestro “ego” –lo convincente de la locabilidad e individualidad– sea sencillamente un capricho de nuestra limitada atención? ¿Y podría un desvio de la atención revelar el amplio alcance de nuestra verdad, la conciencia no-local, permitiendo el conocimiento directo y la influencia mental “de eventos” a distancia? Patanjali previlegió esta perspectiva en los Yoga Sutras, y esta perspectiva es consistente con los estudios de la parapsicología contemporánea.
Sin duda, podríamos tratarnos los unos a los otros con amabilidad, comprensión y compasión, aun si no estamos profunda e íntimamente interconectados. Sin embargo, si tenemos conocimiento directo y experiencia directa de nuestras interconexiones se puede incrementar enormemente nuestro amor los unos para con los otros y enriquecer nuestra conducta ética para con el otro. Podemos aprender de la parapsicología los factores y las condiciones que hacen mas o menos probable conducirnos hacia estas experiencias directas y usar este conocimiento para facilitar su ocurrencia.
Podria ser que nuestra profunda interconectividad unos con otros, y con toda la Naturaleza, sea la principal conclusión que salta a la vista de muchos de los estudios parapsicológicos. Tal vez esto es lo que realmente estamos diciéndonos mediante una cantidad de fenómenos psíquicos que nos permitimos experienciar. Todos los fenómenos psíquicos pueden ser intensos y algunas veces se puede elaborar indicadores de una interconectividad ya presente. ¿Qué mejor manera que tenemos para dramatizar a nosotros mismos que somos verdaderamente uno a compartir –especialmente a grandes distancias y desafiando poderosas barreras convencionales– pensamientos de unos y de otros, sentimientos, imágenes, sensaciones y reacciones? Y que mejor formar de demostrarlo que estar en íntimo contacto con la realidad toda, que tocar y mover cosas con nuestras mentes? Tal vez la aparente transferencia de información y las aparentes fuerzas que a nosotros nos parece ver en el funcionamiento psíquico no son realmente lo que parecen ser. Más bien, podrían ser indicadores convincentes, e incluso efectivos, que están a mano (digamos, caminos de menor resistencia), cuando deseamos recordarnos a nosotros mismos nuestras olvidadas interconexiones.
En general, las experiencias psi podrían ser metáforas auto-creadas y dramatizaciones –extremadamente reales e historias concretas, enseñando historias que encierran significados latentes, lecciones, y recuerdos que podrian tener poco que ver con los contenidos literales más obvios e “informaciones” de las experiencias. Sería provechoso preguntarse: ¿cuál es el mensaje real, y cuál es el medio?
La parapsicología experimental demuestra la interconectividad solo de manera indirecta. Su impacto esta primeramente bajo el intelecto y no es sino el impacto más directo del sentimiento unitivo, conocido en la experiencia mística. Se puede aumentar el producto diluido de la parapsicología aventurándose en una area más amplia de investigación psíquica, y se puede aumentar aún más explorando un campo todavía más amplio de experiencias humanas excepcionales, como las citadas por Rhea A. White (1997). Se puede aprender, no solo desde la ciencia, sino también desde las ricas fuentes del arte, la poesía, la metáfora, la mitología, y la experiencia directa. Pero la producción más grande, se dirige también hacia las tradiciones espirituales en si mismas.
MODELOS REFLEXIVOS
Desde el laboratorio han emergido descubrimientos y modelos que reflejan las observaciones y los modelos de las enseñanzas espirituales. En un nivel más obvio, el descubr imiento de que las personas pueden exhibir conocimiento de otros aspectos vivientes y no-vivientes del mundo, y las interacciones mentales directas entre estos aspectos, es coherente con las experiencias de clariaudiencia, visiones, sueños proféticos, sanaciones, y eventos físicos “milagrosos” reportados en casi todas las tradiciones espirituales.
Desde que la investigación científica ha demostrado que las personas son capaces de influir sobre el sistema corporal de otras personas, mentalmente y a distancia, surgen claras implicaciones y, posiblemente, aplicaciones, de la sanación mental o espiritual para el bienestar físico y psicológico. Los estudios indican que la atención y la intención puede ser focalizada sobre otras personas para facilitar o incluso impedir los procesos biológicos. Por ejemplo, desarrollamos un amplio y extenso programa de investigación y encontramos que las personas pueden de aumentar o disminuir la actividad del sistema nervioso autónomo de otras, mentalmente y a distancia. Monitoreamos la actividad electrodérmica, que refleja la actividad del hemisferio simpático del sistema nervioso autónomo. La persona monitoreada estaba en una habitación y la persona que “influenciaba” en otra habitación separada distante. En estas condiciones experimentales, se eliminaba todo medio de comunicación sensorial y otras formas convencionales de comunicación. El que “influye” intentaba influir a distancia la actividad electrodérmica de otra persona mediante un procedimiento aleatorio desconocido para la persona influida. El procedimiento experimental estaba controlado por la computadora y las mediciones electrodérmicas eran directamente registradas por la computadora. Encontramos que, comparado con los periodos de no-influencia, o sea los períodos de control, las personas a distancia evidenciaron realmente alta actividad electrodérmica durante los periodos en los cuales los que influenciaban intentaban mentalmente que esto ocurriera, y mostraron muy baja actividad autónoma cuando el objetivo era reducir esta actividad. También encontramos indicadores preliminares de que las personas pueden “bloquear” influencias indeseadas sobre su propio sistema fisiológico a través de sus propias intenciones de interferencia e imaginación. Las estrategias mentales usadas por los influenciadores exitosos incluyeron: (a) producir cambios corporales deseados sobre si mismos, usando técnicas de autorregulación, mientras intentaban un cambio similar sobre las personas a distancia; (b) imaginar o visualizar a la persona distante en situaciones que serian esperables como para producir los cambios corporales deseados, como si la persona distante estuviera en esa misma situación; y (c) intentar y desear que el indicador del polígrafo (que refleja la actividad electrodérmica) se comporte adecuadamente (p.e., sea coherente con las intenciones de los influenciadores). Usando diseños similares, encontramos que las personas podían proteger mentalmente sus propios glóbulos rojos y los de otros a distancia (p.e. disminuir el promedio de debilitamiento y muerte de las células por presión osmótica), usando estrategias de atención, intención, y visualización de los resultados deseados. En estos estudios hemolíticos, el promedio de muerte de los glóbulos rojos fue monitoreado a ciegas y por medio de un espectrofotómetro que detectaba la salud celular. Los detalles completos de cientos de estos experimentos de psicokinesis biológica se pueden encontrar en tres de nuestros resúmenes de publicaciones,asi como también el trabajo similar de otros investigadores (Benor, 1990; Solfvin, 1984).
El trabajo sobre interacción mental directa que involucra sistemas vivos tiene dos importantes implicaciones para la espiritualidad. Primero, los hallazgos son consistentes con los resultados que se reportan dentro de las muchas tradiciones espiritualistas, sanación mental, curación espiritual, y la oración de intercesión. Segundo, el hecho de que la actividad fisiológica de una persona pueda reflejar la de otras personas, aun cuando las dos personas estén aisladas y separadas fisicamente, sugiere que en ciertos niveles, los dos cuerpos, aparentemente separados y diferentes, son en realidad uno solo. Ciertos estados mentales y condiciones humanas pueden facilitar la entrada en este reino donde es posible fundirse con otros.
Parece probable que se puedan influir en forma similar un espectro mucho más amplio de procesos. En toda situación bivalente (estudiante/maestro, paciente/terapeuta, enfermo/médico, entrenador/entrenado), la “práctica” mental del primer miembro de la díada facilitará directamente lo que el segundo miembro de esta díada esta intentando hacer o aprender. De este modo, nuestro estados mentales y condiciones humanas pueden tener una influencia importante y directa sobre los pensamientos, sentimientos, imágenes, y acciones de los otros.
Algunos años atrás, me sorprendió y me alegró encontrar que un gran número de factores conocidos facilitan el funcionamiento psíquico, clasificados en tres grupos, relacionados estrechamente con tres virtudes humanas: fe, esperanza y amor –virtudes destacadas en todas las tradiciones espiritualistas. Junto con algunos colegas (Braud, Honorton, Schlitz, Stanford, y Targ, 1991), y yo mismo (Braud, 1990-91) creemos que la fe esta relacionada con la creencia, la confianza y la verdad, y es sabido que estos factores tienden a mejorar el funcionamiento psíquico; por el contrario, actitudes de incredulidad, duda, y sospecha son enemigos del éxito de la manifestación psi. Hay indicadores de que, a más creencia, mejores son los resultados del efecto psi. Muchos parapsicólogos sostienen que la retroalimentación [feedback] (el saber si uno obtuvo un resultado exitoso) es importante al participar en un experimento psi. Quizá al menos parte de la utilidad de la retroalimentación se podría atribuir al estímulo de la creencia y la confianza en el mejoramiento de los resultados de la información retroalimentada. La presencia o ausencia de creencia, incluso en los investigadores mismos, podría ser la responsable del ya conocido “efecto del experimentador” en el que ciertos experimentadores tienden sistemáticamente a obtener resultados positivos en sus experimentos, en tanto que otros experimentadores tienden sistemáticamente a obtener resultados totalmente aleatorios e incluso negativos.
Una actitud de esperanza o confiada expectativa parece facilitar el funcionamiento psíquico. Esperanza es el deseo acompañado de expectativa de realización. El componente de deseo, que ofrece incentivo y motivación, puede ser conducente de procesos psi. Al mismo tiempo, la expectativa puede focalizar el proceso dirigiéndolo a un objetivo particular o resultado, opuesto a otro. El rol de la esperanza, en este modo de desear y esperar, es especialmente evidente en psicokinesis, donde se espera y se desea un resultado específico –y ocurre. Los practicantes exitosos de psicokinesis emplean algunas de estas estrategias mentales (p.e. imaginería y visualización del objetivo deseado, la focalización, la concentración, y el entrenamiento de la atención) que pueden en si mismos cooperar en los procesos de expectación.
La importancia de la caridad o el amor es más evidente para tener éxito en el funcionamiento psi en los casos de sanación psíquica y en estudios de sanación análogos en los que el sentimientos de amor del sanador hacia el sanado, y los fuertes sentimientos positivos de unidad e interconexión, pueden facilitar resultados positivos. En los experimentos parapsicológicos generalmente, la disposición positiva hacia la situación experimental y hacia las personas involucradas en el estudio es conductora de psi. La reducción de los móviles egocéntricos se considera favorable para el éxito de psi. Se ha sugerido que motivos altruistas facilitan los resultados positivos de las aplicaciones prácticas de psi, mientras que los móviles egocéntricos interfieren los resultados.
Otra serie de estudios experimentales, especialmente los que enfatizan las cualidades que facilitan la espontaneidad de psi, ausencia de oposición, liberación del esfuerzo, coincide con las enseñanzas espirituales acerca de la importancia y el poder de la “gracia.” Estos hallazgos son congruentes también con las creencias espirituales según las cuales, cuando uno esta “en unidad con el Tao,” pueden ocurrir cosas maravillosas y milagrosas.
Los estudios de laboratorio sugieren que cualesquiera formas de interrupción, restricción, o privación sensorial y la inducción experimental a varios “estados alterados de conciencia” nos permiten el acceso al reino psíquico. Esto es consistente con las descripciones de las tradiciones espiritualistas según las cuales para acceder al reino espiritual debemos reducir las distracciones mundanas, distraer la atención de lo carnal, el ojo sensorial, entrando de este modo a estados de conciencia no ordinaria.
“Si las puertas de la percepción quedaran despejadas,” escribió cierta vez William Blake, “cada cosa aparecería al hombre tal como es, infinita.” Se han desarrollado muchas disciplinas espirituales para ayudar a alcanzar esta claridad, tener “lucidez” y tomar conciencia de lo que esta más allá de las meras apariencias. Los parapsicólogos estudiaron muchos de los componentes de estas prácticas que facilitan el funcionamiento psíquico. Una característica común de estos componentes es que están acompañados por una liberación de las distracciones y de represiones externas e internas sobre el cuerpo/mente, y que éstas resultan, en diversos niveles del organismo, en una profunda quietud, tranquilidad y calma. Los métodos serían absolutamente conocidos para los seguidores de Patanjali, creador de un sistema oriental de purificación y control mental,asi como los seguidores de la tradición mística occidental descrita tan talentosamente por Evelyn Underhill (1969). Underhill presentó un modelo occidental del desarrollo espiritual caracterizado por estados de conciencia, purificación, iluminación, la noche oscura del alma y la unificación con lo divino. El parapsicólogo Charles Honorton (1977) trasladó el modelo oriental del método Raja Yoga de Patanjali a un “sistema progresivo de reducción psicofisiológica de ruido.”
Se diseñaron los primeros cinco estadíos para reducir sistemáticamente las causas externas de la distracción mental. Las primeras dos (Yama y Niyama) tienen que ver con la reducción de las distracciones asociadas a la emoción y al deseo. Las otras dos (Asana y Paranayama) tienen que ver con la reducción de las distracciones somáticas. Para aislar la conciencia de la percepción externa, el quinto estadío (Pratyahara) tiene que ver con una atención desconectada de los órganos sensoriales.
“Liberado del ruido somatosensorial externo, los últimos tres estadíos del sistema de Patanjali tienen que ver con la eliminación de las distracciones cognitivas internas. Esta acompañado por una atención continua sobre un objeto simple o imagen. Estos tres estadíos designan un aumento en la duración de la concentración. El objeto de la concentración sirve para focalizar y limitar la atención en un area puntualmente definida. Hay concentración (Dharana) cuando la atención esta confinada, por un periodo específico, dentro de los límites de un objeto o imagen. En este estadío, la atención es libre de fluctuar dentro de un area definida pero no debe desviarse hacia fuera. Meditar (Dhyana) es mantener la concentración por un largo periodo. Se caracteriza por un movimiento mínimo de la atención en forma más continuada dentro de los límites de un objeto o imagen. En el estadío final (Samadhi) se puede mantener la concentración por un período aún más largo. Este estadío se caracteriza por una atención continua sobre un objeto o imagen. Se dice que la atención, asociada con la experiencia de trascender en tiempo y espacio, es “absorbida” por el objeto, disolviéndose la diferencia sujeto-objeto. Colectivamente, estos últimos tres estadíos constituyen un proceso que Patanjali llama Samyama. De acuerdo a Patanjali, la manifestación del Samyama puede producir fenómenos paranormales.” (Honorton, 1977, p. 438).
Se han llevado a cabo numerosos estudios parapsicológicos en los que se ha simplificado y secularizado el modelo de Patanjali para estudiar los posibles efectos favorables de psi. El “ruido” sensorial externo o las distracciones se minimizan mediante procedimientos de restricción sensorial. A través del uso de la técnica Ganzfeld, que induce experimentalmente a una estimulación visual y acústica uniforme, se conduce a una condición hipnagógica. Se libera la atención de los estímulos externos y ésta se introyecta directamente hacia pensamientos, sentimientos e imágenes normalmente ignoradas. La densidad, vividez, y realidad de la imaginería mejora enormemente. Por medio de relajaciones musculares progresivas y procedimientos de biofeedback se reducen las distracciones. A través de ejercicios de entrenamiento autógeno se reducen las distracciones autonómicas y emocionales. A través de la concentración, la atención entrenada, y los ejercicios proto-meditacionales se reducen las distracciones cognitivas. Todas estas técnicas, solas o en forma combinada, han estado asociadas con el buen funcionamiento del psíquico en tests de laboratorio (ver Braud, 1975, 1978; Honorton, 1977). Las tradiciones espirituales sugieren que prestar demasiada atención en el ojo de la mente (el pensamiento racional) puede limitar e incluso interferir activamente la visión a través del ojo del espíritu. La investigación en laboratorio ha demostrado que demasiado pensamiento racional, analítico, e interpretativo puede en verdad interferir el certero funcionamiento psíquico. Los investigadores en “visión remota” (una combinación de pruebas de telepatía y clarividencia que involucra objetivos más naturales, como sitios geográficos) han encontrado que el pensamiento lógico e interpretativo (“cobertura analítica”) puede desviar, parapsicológicamente hablando, y los investigadores desarrollaron métodos para identificar y reducir tales interferencias (ver Targ y Puthoff, 1977; Targ & Harary, 1984). El pensamiento lineal, si demasiado estructurado, (“compulsión cognitiva”) ha demostrado ser anti-psi, en tanto que un modo m] ]>