“La reversión es el movimiento del Tao”
Lao Zi
El Tao
Esta idea de reversión es la base conceptual del Tao en la filosofía china. Se trata de un movimiento circular, regresivo, pulsional que da origen a todas las cosas del universo. Es el Tao de las cosas, su afirmación y su negación simultáneamente. El Tao es inasequible, innominable, desde la perspectiva de poder asignarle un objeto epistemológicamente concebible; esto sería, en términos de Saussure, un significado sin significante.
En la filosofía china se concibe el que todo tiene su negación, todo tiene su opuesto. El Tao de las cosas es la cosa misma y su reversión, el ser y el no-ser; donde el ser es el opuesto del no-ser y viceversa; y ambas cosas son igualmente el Tao.
El Tao es el gran Uno. Todas las cosas emanan del Tao, desplegándose y replegándose, en un latir cuyos sonidos son Yin y Yang.
Desde su escritura, la idea de movimiento constante está presente, como se ve en Tao
Que se compone de dos partes, zheng, movimiento, caminar, y shou, adelante
Es el Tao movimiento hacia adelante. Ya que adelante es relativo al observador. En la visión filosófica china suele ejemplificarse lo relativo de las cosas con ejemplos tales como: al día lo sucede la noche, al frío el calor, al cielo, la tierra. Todas ellas son lo mismo, en distinto momento. El universo se halla en constante movimiento, y la determinación del estado de un objeto en particular varía constantemente. De este modo, adelante es, adelante y no-adelante. Como ya lo habíamos expuesto, dentro de la filosofía china no hay una epistemología desarrollada, no existe división sujeto-objeto, así como tampoco se establece al objeto como contraposición al no-objeto. Cada objeto es su ser y su opuesto. Esto no quiere decir que no haya palabras y sus antónimos, pero no son más que la puesta en palabras de un estado del mismo objeto. El objeto se entiende como en movimiento cíclico, donde hay un estado de ser y uno de no-ser. Pero ambos son lo mismo. Esta idea que en el marco de la filosofía occidental recién aparece con fuerza en finales del siglo XIX era aceptada en el contexto de la filosofía china desde aproximadamente el siglo VI antes de nuestra era.
Por otra parte, tengamos en cuenta que el idioma chino no es articulado, no hay inflexiones o declinaciones. Esto no lo desarrollaremos ahora en extenso, pero por el momento, a los efectos de ayudar a la comprensión de cómo se estructura una frase en idioma chino, vamos a hacer un pequeño ejercicio; la frase en español ” la puerta alta” así como está expresada no existe en chino. En chino diríamos (na ge gao men kou), que traducido literalmente es na = aquello , ge= clasificador de, entre otras muchas cosas, puertas, gao= altura (al mismo tiempo adjetivo y sustantivo) y men kou = puerta; o sea aquello del conjunto en el que se hallan las puertas pertenece al grupo alto. Podemos decir que al hablar de una puerta alta, sólo estamos “apoyando” las ideas entre sí. No hay, como en nuestro idioma ciertas relaciones paradigmáticas derivadas de un mismo vocablo (como ser, por ejemplo, alto – alta – altura, etc), cada palabra es, nuevamente, el singluar y el plural (hay partículas que denotan pluralidad, pero que no se forman parte de la palabra modificada, sino como idea de pertenencia a un conjunto, como ser, el de los plurales) así como toda su serie paradigmática. Desde este plano, el Tao viene a ser el paradigma de los paradigmas.
Y la multiplicidad
Si el Tao es el gran Uno, lo primero que surge de él es el dos. Esta es más o menos una idea que manifestaba Hui Shi, un filósofo del siglo IV a.c.. No hay una explicación clara del surgimiento del tres, salvo si tomamos en cuenta que dos y tres son la mínima fracción de la multiplicidad. Esto se hace más visible si observamos los caracteres con que se representan los números uno dos y tres
Surge que poseen una representación gráfica que se ajusta a su concepto, son análogos a lo que manifiestan.
En tanto, los números del cuatro al diez.
Aquí se hace presente la multiplicidad de las formas; los números ya no poseen la iconicidad de los anteriores.
El caso curioso aparece con el cero, ling; su representación presenta una incógnita. No está del todo claro el motivo de su estructura.
Ni el porqué de sus componentes (lluvia buena). Lo que queda claro que no denota vacío o la nada como sucede con el cero occidental. El vacío, o la nada, es decir, en chino, el no-ser se expresa por la palabra wo, y el ser por you.
El ser (you) y el no-ser (wo) están representados por estos dos dos caracteres,
Donde, antiguamente wo era representado por un pictograma que contenía los siguientes componentes
Lin o bosque, xi o multitud, da o dai, grande, persona, y wang, destruir.
You, por su parte, contiene el símbolo de mano derecha, you (que también se utiliza como “también” o, “repetición”) y luna, yue (aunque hay otra versión que habla no de yue sino de ru , carne).
El “ser” en este caso nos remite a aquello que se posee o que puede ser poseído, en tanto “no ser” se describe como la destrucción de todo lo existente, derivando en la imposibilidad de ser poseído. Es necesario aclarar que poco importa la materialidad de lo poseíble; al no estar la visión de objeto escindida de la de sujeto, uno existe indiferenciadamente del otro. La noción de “tener” en este caso se acerca mas a la de “concebir”, o “comprender”.
Otro conjunto bipolar que denota la reversibilidad y complementareidad del Tao es la palabra china para “cosa”. Ésta es dongxi, donde, a su vez, tiene dos componentes, dong, u occidente y xi u oriente.
En el caso de dong, el pictograma muestra al sol –ri– saliendo detrás de un árbol –mu-(fig 10) ; en el caso de xi, era antiguamente la graficación de un pájaro cantándole a la puesta del sol.
El concepto “cosa”, en chino, no es más que el ciclo salida del sol-puesta del sol, o nacer-morir-renacer, día-noche, calor-frío, en fin, todas las derivaciones que puede tener la salida y la puesta del sol. También se eligió la dupla oeste-este y no norte-sur ya que en la antigüedad en China se conocía el límite del país al este y al oeste, pero no se sabía donde se hallaba el límite al sur (de hecho se creía que el sur era infinito, y que en el infinito se hallaba su límite, ya que el único infinito total era el Tao).